Kurtovic, hace énfasis que cuando el ciudadano vota en la ánfora electrónica, ésta registra automáticamente el sufragio e identifica plenamente a quien lo hizo. En consecuencia se sabe por quién votó, es por ello que no garantiza anonimato y por ello ha sido desechado en varias partes del mundo como Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón entre otros, solamente está en vigencia en Venezuela donde todos ya sabemos cómo se usa la información de los votantes y las represalias que después hay contra ellos. “Lo que ONPE debería enfocarse es en mejorar los procesos inmersos de una votación como por ejemplo, lograr que los discapacitados o los que viven en lugares remotos tengan mejores y mayores facilidades en una elección haciendo uso de la tecnología, pero la votación electrónica definitivamente NO es segura”, dice el experto. Sebastián Silva, dice que la amenaza de ‘hackear’ una elección es absolutamente concreta y un riesgo muy real. Hay el antecedente de que las elecciones presidenciales en Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, Mexico, Costa Rica, Guatemala, y Venezuela fueron «hackeadas».