Nuestro lector Juan Valdivia, por enésima vez nos escribe desde Trujillo, la Ciudad de la Eterna Primavera y nos envía con mucho cariño una nueva historia que ya se ha vuelto de gran aceptación de nuestros lectores Comienza diciendo sobre una pareja de jóvenes que ya contaban con varios años de casados, ambos tenían una relación extraordinaria. Ellos estaban muy ansiosos de tener un bebé, Por cuestiones del destino no pudieron tener hijos….
La Fidelidad
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 06 de marzo 2019) Para no sentirse solos decidieron comprar un hermoso cachorro labrador al que acogieron con gran ternura y un cariño inmenso, lo amaron como si fuese su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro.
El perro salvó de más de una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones, siempre fue muy fiel quería y defienda a sus dueños contra cualquier peligro.
Era el otoño, cuando por consejo de una amiga de la joven casada, se enteraron de un gran doctor, muy bueno en fertilidad, acudieron a él pero no los pudo ayudar mucho, la intensidad y las ansias de embarazarse no dejaron que pudiera fertilizar.
Ya pasado el tiempo, el esposo sin ilusión alguna comentó a su esposa de adoptar un niño, ella también sin ilusiones aceptó.
Ellos acudieron a un orfanato lo cual les pidieron muchos requisitos, ellos no tardaron mucho en reunir todos los requisitos, tenían buena posición económica y todo lo que pedían para adoptar a un niño, sin embargo no se accedió a la adopción.
Siete años después de tener al perro, la vida les deparó una agradable sorpresa, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.
Ellos contentos con su nuevo hijo, le daban todas las atenciones del mundo, también disminuyeron las atenciones que le daban al perro a quien tanto amaban.
Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé, se daba cuenta que ya no era el engreído de la casa, su mirada ya no era la misma y ya no jugaban con él.
Tres meses más tarde la pareja dejó al bebe plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada, cuál habría sido su sorpresa cuando se dirigieron al cuarto del bebe y vieron por el pasillo al perro con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.
El dueño del perro pensó lo peor, rápidamente sacó su pistola y le disparó… en el acto el perro murió, el dueño con un grito en la boca Nooo…
Corrieron rápidamente hacia el cuarto del bebe los dos muy llorosos se dieron con la gran sorpresa que había una serpiente degollada. Y el niño estaba sano y salvo durmiendo plácidamente.El dueño con el dolor en el corazón y llorando exclamó:
¡HE MATADO A MI PERRO FIEL!
A pesar de que ya no le daban el cariño y la ternura que siempre quería el perro salvó a la niña de la serpiente que podía haberla matado
Cuántas veces juzgamos y condenamos a las personas sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus sentimientos y/o pensamientos… Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.
Los sentimientos de las personas son frágiles y fáciles de dañar, pero difícil de sanar