Los ingenieros en la Agenda Pública

Los acontecimientos de los últimos tres meses relacionados con el caso Lava Jato, develan acuerdos al más alto nivel reñidos con la ley, la ética y hasta con el sentido común. ¿Cómo es posible que un proyecto como la reconversión de la Refinería de Talara, pase de US $ 1,700 millones en el 2004 a más de $ 5,400 en el 2017 y se permita que se diga que aún es rentable, sin que el Colegio de Ingenieros del Perú se pronuncie oficialmente al respecto? Podríamos citar varios ejemplos más de esta penosa e incompresible omisión institucional. ¿O simplemente es que se dedican a resguardar los intereses de los agremiados, previo pago de su cuota mensual?.

Los ingenieros en la Agenda Pública

(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 16 de agosto 2017) Los colegios profesionales tienen como antecedentes los gremios que aglutinaban a trabajadores y artesanos de un mismo oficio, cuya finalidad era defender sus intereses profesionales. En el caso de los ingenieros peruanos, han logrado la Ley Nº 28858 y su reglamento, que obliga al requisito de la colegiatura hábil (estar al día en las cuotas mensuales) para poder contratar servicios con el estado o ser reconocidos éste.  También gozan de la Ley Nº 16053 que faculta al Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) a supervisar a todos los ingenieros a nivel nacional.

Nos preguntamos si el CIP supervisa de alguna forma los trabajos, informes y proyectos de ingeniería que forman parte de los diversos proyectos de Inversión Pública de Infraestructura, sobre todo aquellos que vienen siendo seriamente cuestionados por sobrevaloración, la forma más obvia de encubrir y viabilizar la corrupción. Este silencio institucional, puede interpretarse de varias formas, desde la negligencia y desidia de los directivos, hasta una sutil forma de complicidad. Sobre todo si consideramos lo que el mismo CIP manifiesta en su web institucional.

Misión:
Somos una institución deontológico, sin fines de lucro, que representa y agrupa a los ingenieros profesionales del Perú, de todas las especialidades, que cautela y preserva el comportamiento ético de sus miembros, y debe asegurar al Perú que cuenta con una profesión nacional que ejerce la ingeniería en un contexto de orden, respeto, competitividad, calidad y ética, y que está enraizada en sus valores sociales, culturales y políticos, como base fundamental en el proceso de desarrollo de la nación.

Visión:
Ser reconocida como una institución sólida, que patrocina el manejo eficiente del conocimiento, con la finalidad de orientar a la sociedad peruana en las grandes decisiones, fomentando la práctica de valores y comportamiento ético de los ingenieros profesionales, así como elevando la calidad de la ingeniería, apoyando el crecimiento del país en el contexto de la globalización.

La escena pública con escasos protagonistas del gremio y el CIP
Actualmente tenemos algunos pocos ingenieros en la escena pública, Vizcarra en la Vicepresidencia y hasta hace poco en el MTC, cartera que hoy ocupa otro ingeniero de apellido Giuffra. Es este preclaro impulsor de la transformación digital del estado, quién hace poco refutó las insinuaciones del ex Presidente Alan García Pérez, quien tienen claro que la mejor defensa es el ataque. Le dijo que seguramente él hablaba de sobre valoración del Tramo 2 del tren Eléctrico, porque no era ingeniero, sino abogado. En el Congreso tenemos al ingeniero Juan Sheput, al cual alguna vez hemos escuchado manifestarse sobre la necesidad de un verdadero involucramiento del CIP en la agenda del país, con opinión crítica y constructiva como institución profesional.

Sin embargo, quisiéramos cerrar esta breve nota sobre el tema refiriéndonos a los ingenieros pertenecientes al grupo “Hw & Sw del Perú” que si bien su líder desarrolla un discurso confrontacional a la forma en que se enseña la ingeniería en el Perú, impulsa la participación y fomenta el compromiso con el desarrollo del país, en lo que al uso de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones se refiere. No sería mala idea diseñar y construir nuevas formas de organizarse y lograr mejor representatividad de este importante sector profesional, sobre todo ante la omisión del CIP, especialmente en este rubro. Se vienen muy importantes proyectos de desarrollo del gobierno electrónico y no pocos proyectos de infraestructura con un importante componente TIC.