Causó sorpresa y estupor entre connotados miembros y profesionales de la industria de las tecnologías conocer que una universidad poco conocida esté promoviendo una carrera de ingeniería en Inteligencia Artificial sin contar con la infraestructura adecuada. Nos aseguran que es equiparable a ofrecer una carrera de cardiología sin una facultad de medicina ni médicos capacitados. Es crucial que las autoridades intervengan y rectifiquen esta situación, ya que parece primar la ganancia económica sobre la calidad educativa. Aún no sabemos el parecer del CIP, seria institución que debería pronunciarse.
Universidad María Auxiliadora sorprende con carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial sin contar con Facultad de Ciencias ni profesionales idóneos
Es igual a crear una carrera de cardiología sin tener facultad de medicina, menos contar con médicos capaces, sencillamente de no creerlo.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 21 de febrero 2024) La Universidad María Auxiliadora ha causado revuelo al publicitar en redes sociales y en su página web la apertura de la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial, a pesar de no contar con una facultad especializada ni con profesionales idóneos. Esta decisión ha sorprendido a muchos, generando críticas y cuestionamientos sobre la idoneidad y calidad de la educación que ofrecerá esta institución.
La sorpresa aumenta al descubrir que la universidad no cuenta con una facultad en Ciencias de la Computación, lo que sugiere una falta de experiencia y tradición en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación. Además, la ausencia de profesionales especializados en inteligencia artificial plantea serias dudas sobre la capacidad de la universidad para ofrecer una formación adecuada en este campo.
La creación de una carrera de inteligencia artificial por una universidad sin los profesionales adecuados ni un plan académico sólido plantea varias preocupaciones. En primer lugar, podría indicar una falta de compromiso con la calidad educativa y una priorización de las ganancias económicas sobre la formación adecuada de los estudiantes. Esto podría resultar en una educación deficiente que no prepare a los estudiantes para el mercado laboral en el campo de la inteligencia artificial.
En este sentido, un experto en el tema señala que la confusión entre una carrera y un puesto laboral es evidente. En Estados Unidos, por ejemplo, señala, existe el puesto de Artificial Intelligence Engineer, que requiere una carrera especializada. La falta de claridad en este aspecto puede llevar a una desinformación de los jóvenes interesados en seguir una carrera en este campo.
Ante esta situación, es necesario que las autoridades educativas y gubernamentales tomen cartas en el asunto. Si bien la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) verifica los procedimientos de las universidades, también debería evaluar la idoneidad y calidad de los programas académicos que ofrecen, especialmente en áreas tan especializadas como la inteligencia artificial.
La decisión de la Universidad María Auxiliadora de ofrecer una carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial sin contar con la infraestructura ni los profesionales adecuados plantea serias dudas sobre la calidad de la educación que ofrecerá. Es necesario que las autoridades competentes intervengan para garantizar que los estudiantes reciban una formación adecuada y de calidad en este campo tan importante y especializado.
Un Comentario
J. Escalante
El estado no tiene que intervenir, si alguien le interesa esa carrera en esa universidad que la lleve, suficiente e innecesaria intervención se tiene actualmente con la SUNEDU. El estado es el problema, no la solución.