Es ampliamente conocido que Sunat atosiga a empresas pequeñas con requerimientos burdos y no se da una vuelta por el restaurant del hospital Rebagliati, dan miles de almuerzos todos los meses, semanas y días y no dan una mísera boleta de venta. A veces los candidatos presidenciables que se ocupan de esta fiscalizadora hay que darles la razón. Gracias por el dato Sr. Ramírez.